Por Marta Perruca
Este sábado, 15 de junio, se constituye el Ayuntamiento emanado de los últimos comicios electorales en Molina de Aragón. Será en un Pleno en el que no se esperan sorpresas. La LO 5/1985 de 19 de junio establece que sólo podrá ser elegido alcalde el cabeza de lista de los partidos que han obtenido representación y que éste será elegido por mayoría absoluta en primera vuelta. De no obtener dicha mayoría, será investido el candidato de la lista más votada.
Pero esta vez los votantes de Molina han sido contundentes. Si hace cuatro años predominaban los ayuntamientos arco-iris y la Corporación Municipal molinesa se vestía de primavera para obligar a nuestros representantes municipales a entenderse, los resultados del 26-M (6 concejales el PSOE, 4 el PP y 1 Ciudadanos) no dejan lugar a pactos y negociaciones. El candidato socialista, Francisco Javier Montes, será investido alcalde.
Por orden de lista, el Ayuntamiento encabezado por Fran estará formado por Leonor Altúnez Heredero (PSOE), David Pascual Herrera (PSOE), María del Pilar Muñoz Romero (PSOE), Jesús Calvo López (PSOE); José Antonio Carrasco Martínez (PSOE); Jesús Herranz Henández (PP); Antonio Sanz Checa (PP); Juana Dolores Morales Rodríguez (PP); Alba Herranz Díaz-Mayordomo (PP) y David López Cambronero (Cs)
El escenario actual es muy distinto al que se presenció en 2015, cuando los veinte días anteriores al Pleno de Investidura se vivieron de manera vertiginosa, apurando las negociaciones hasta el último momento y manteniendo la incógnita hasta el mismo instante de la verdad, cuando los resultados de las votaciones desvelaron que, efectivamente, no se había llegado a ningún acuerdo.
En esta ocasión la carrera se ha disputado en campaña, en una guerra campal cuyo objetivo parecía ser que esta vez la fuerza más votada no llegara compuesta y sin novio al altar. Y es que aunque los candidatos compitieron con su programa electoral y sus propuestas como armas electorales, en las redes sociales la campaña fue la más encarnizada que se recuerda.
Finalmente, la estrategia ha tenido, desde mi punto de vista, consecuencias bastante funestas. Si se pretendía asegurar que la izquierda gobernara en el Ayuntamiento de Molina, algo que evidentemente se ha conseguido, para ello se ha sacrificado a los representantes de Molina Se Mueve (MSM) y Unidas-Izquierda Unida (IU), pero también las muchas propuestas e ideas que aportaron a la política municipal durante la pasada legislatura. Me comentaban hace algunos días que durante los cuatro últimos años se presentaron 62 mociones institucionales de las cuales, 47 fueron aprobadas por mayoría y 15 por unanimidad. Creo que esto es una clara muestra de los efectos democratizantes que tienen los ayuntamientos multicolor, obligados a entenderse.
La tendencia ahora es parecida a la que había antes de la crisis y del 22-M. Volvemos al Consistorio de las tres fuerzas, sólo que en lugar de IU nos encontramos con Cs, que este año obtenía representación en el Ayuntamiento, a pesar de ser el primero que concurría a las elecciones en Molina, aunque su candidato ya había formado parte del Ayuntamiento con IPM.
Ahora comienza una etapa muy ilusionante para el PSOE molinés. “Me siento como un futbolista cuando se acerca un partido decisivo”, admitía Fran en declaraciones a Tierra Molina: Nervioso por la gran responsabilidad que se le viene encima, pero al mismo tiempo con ganas de que ocurra. No se lo esperaba –afirmó- porque aunque el ensayo de las generales hacía prever que sería la fuerza más votada, el PSOE no conseguía mayoría absoluta desde tiempos de Julián Martínez.
Las perspectivas son halagüeñas, porque tendrá al Gobierno de Castilla-La Mancha y de la Diputación de su parte, aunque creo dado el escaso peso electoral de esta comarca no podrá prescindir de las dos herramientas esenciales en Ayuntamientos complicados como el de Molina: Voluntad e imaginación.
Llegará justo para celebrar la Feria Medieval, encurtida en un proceso de recobrar el esplendor de sus primeros años, y para hacer frente a los procesos para la puesta en marcha de un nuevo taller de empleo, el campus polideportivo y la apertura de la piscina.
Ante la perspectiva de tomar el bastón de mando, se acuerda de su promesa de conseguir un Ayuntamiento más transparente y de “escuchar mucho a gente para que puedan expresar sus problemas” y piensa en la posibilidad de implantar alguna empresa en Molina que genere puestos de trabajo.
Lo que ya tiene claro es que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, visitará la ciudad próximamente y entonces ultimarán los detalles para acometer la segunda fase del Paseo de los Adarves y la implantación del Ciclo Formativo de Restauración en el Instituto de Molina, así como un programa “Molina a Plena Luz” para seguir actuando en el casco.
Por su parte, el concejal de Cs se muestra satisfecho con los resultados electorales y por haber alcanzado representación en la primera ocasión que la fuerza naranja concurre al Ayuntamiento de Molina, aunque recuerda que las cartas que han salido en estos Comicios no le dejan espacio para negociaciones, ni para ocupar puesto alguno en el equipo de Gobierno.
El candidato de IU, Juan Manuel Monasterio, que abandona por primera vez el Ayuntamiento, manifiesta que no obstante, su formación seguirá trabajando por Molina y a pesar de los resultados, valora positivamente que la población haya votado mayoritariamente a la izquierda.
Este sábado se configura el Ayuntamiento que han votado los ciudadanos molineses, en un Pleno de investidura que se espera sosegado, sin cambios de última hora, en el que ya podemos decir con seguridad que Francisco Javier Montes será alcalde de Molina.