Con más de un centenar de socios y dos décadas de trayectoria, la Sociedad Cultural Molinesa se distingue por su dinamismo cultural. Conciertos, talleres, la Muestra de Cortos o el Festival Internacional de Timelapse, son algunas de las actividades que nacen de este colectivo, capitaneado por “un grupo de 25 personas” que siempre está “al pie del cañón”.
La Sociedad Cultura Molinesa (SOCUMO) es el pulmón cultural de Molina de Aragón. Realiza muchas actividades a lo largo del año en la capital del Señorío, “un par de ellas al mes más o menos”, precisa Dori Cid Concha, vicepresidenta de la asociación. La Muestra de Cortos ‘Ciudad de Molina’, que en diciembre cumplirá quince ediciones y el Festival Internacional de Timelapse, que celebra su VIII edición el próximo mes de agosto, son dos de las actividades fijas “y más potentes” de este colectivo, que ha cumplido ya las dos décadas de vida.
Además de estos dos eventos marcados en rojo en el calendario, SOCUMO programa desde hace diez años sesiones de cine-fórum todos los sábados; presentaciones de libros, cursos, excursiones, conferencias, talleres, actividades diversas y atrevidas como vuelos con paramotor, conciertos de música -“si surgen”, apostilla Dori- y colaboran con otras asociaciones o entidades, como el instituto ‘Doña Blanca’, la Asociación Micorriza, la Residencia de Mayores ‘Las Sabinas’, el AMPA del colegio ‘Virgen de la Hoz’, la Biblioteca de Molina, el Aula de Música y el Centro de la Mujer, entre otros. “Intentamos colaborar entre todas las asociaciones para que haya actividad, para que el tejido cultural esté activo”, explica.
A las sesiones de cine-fórum, que ya han arrancado este curso, se suman como actividades más próximas en el calendario de la asociación la presentación el próximo 28 de febrero, en un acto conjunto, de las nuevas novelas de los escritores Manuel Grao y Miguel Morales.
Más de un centenar de socios
SOCUMO cuenta con 125 socios, la mayoría, de Molina, aunque también “los hay de Teruel, Madrid, Zaragoza… los tenemos en un montón de sitios y todos tienen, cómo no, una vinculación especial con Molina”, afirma Cid. “Muchos permanecen desde el principio y en estos 20 años de recorrido también hemos perdido a algunos, pero el núcleo activo se mantiene”.
La cuota anual que aporta cada uno, 25 euros, conforma el grueso del presupuesto de la Sociedad Cultural Molinesa, que se completa con las diferentes subvenciones de las entidades públicas.
El año pasado, SOCUMO firmó un convenio con la Diputación Provincial para la edición del Festival Internacional de Timelapse, que ascendió a 5.000 euros.
El Ayuntamiento de Molina también colabora con ellos en alguna actividad y “aparte da subvenciones a las asociaciones de Molina”. El dato es público y se puede ver en el portal del ayuntamiento molinés. La concesión para SOCUMO, una de las 21 entidades sin ánimo de lucro que recibieron ayudas en 2019, ascendió a 2.500 euros para la organización de las siguientes actividades, según se indica en esta página web: cine fórum, presentaciones de libros, VII Festival Internacional de Timelapse, el concierto de guitarra ‘Músicas del mundo’, la XIV edición Muestra de Cortos ‘Ciudad de Molina’ y colaboraciones varias.
La entrada a todos los actos organizados por SOCUMO son gratuitos salvo, puntualiza Cid, “los eventos que tienen coste, donde ponemos una pequeña hucha para donativos y la gente hace sus aportaciones. Se agradece mucho porque aunque la actividad es gratis implica trabajo de montaje y esfuerzo de muchas personas”.
En este sentido, la vicepresidenta de la asociación subraya la respuesta de público en todas las actividades: “El Festival Internacional de Timelapse lo hacíamos en Santa María del Conde y tuvimos que trasladarlo hace dos años a San Francisco porque hubo una demanda tal que había mucha gente que se quedaba fuera. La muestra de cortos la seguimos haciendo en Santa María del Conde, donde caben unas 140 personas, y se llena siempre. Al resto de las actividades la gente responde muy bien en general. Estamos súper contentos”.
“Las actividades nos llegan”
El diseño de las actividades no responde tanto a la demanda cultural que existe en la comarca sino a las ofertas que les llegan: “al principio, buscábamos actividades que sirvieran para rellenar algún hueco o tapar carencias pero ahora, que las actividades vienen a nosotros. La presentación de libros es una cosa abrumadora porque cualquier autor que tenga o no vinculación con la tierra, nos pide permiso para presentarlo en Molina. Nosotros estamos abiertos a cualquier actividad cultural dentro del ámbito de la asociación”, explica.
“¿Por qué sois tan activos?” Dori Cid responde con una carcajada. “No lo sé. Somos muchos socios y un grupo de 25 personas que siempre estamos al pie del cañón. Es verdad que cualquiera puede proponer una actividad. Por ejemplo, hay unos socios que conocían a un tenor y a una soprano y dimos un pequeño concierto de ópera en Molina. Somos culos inquietos y a partir de ahí, recogemos cualquier actividad y si se puede, se lleva a cabo”.
El tesón y la creatividad de esta asociación es un aire fresco para lugares, como Molina, alejados de la gran ciudad, con poca población y donde hacen falta actividades para dinamizar el territorio. “La oferta cultural que tenemos en las zonas rurales es limitada”, admite Dori Cid, “por eso, tratamos de cubrir esas necesidades culturales, proyectando una buena película, presentando algún libro, el festival de Timelapse que es novedoso o la muestra de cortos, que surgió por casualidad y se ha convertido en una cita súper obligada… en definitiva, tratamos de ampliar o mejorar la actividad cultural de Molina y la comarca”.