El día 1 de mayo se celebra una de las fiestas más tradicionales y queridas para los molineses desde hace siglos, el Butron. Este año la peregrinación se ha vivido solo desde lo más profundo de nuestros corazones como se refleja en este comentario de Maria Ángeles Ruiz Blasco.
“Hoy hemos tenido que habitar nuestro espacio interior con recuerdos de una gran fiesta molinesa como lo son todas aquellas que se viven en comunidad, y es que los molineses peregrinamos hoy al Santuario de la Virgen de la Hoz. Instaurado tal voto por el pueblo de Molina desde tiempo inmemorial, según algunos historiadores desde la época de Doña Blanca V Señora de Molina, como consecuencia de una peste o desgracia acaecida, consistía dicho voto en que el Ayuntamiento de Molina, el cabildo y al menos un miembro de cada familia se uniera a la peregrinación en acción de gracias por los favores concedidos.
Es verdad que en lo accesorio ha variado la fiesta a lo largo de los años pero no en lo mollar, peregrinar como pueblo, como comunidad agradecida. Con el paso de los años se incorporaron dos ‘hombres buenos’, ciertamente nuestros antepasados eran mucho más sabios que nosotros, y es que dos buenos hombres juntos pueden solucionar y mediar en muchos conflictos. No queda a la vuelta de la Hoz subir al Cerro de Santa Lucía. Es mayo, y es obligación debida. Lo haremos por la cuesta dura o por la de los ‘madriles’. Allí nos esperará la Inmaculada sobre su columna. Subiremos flores y la besaremos, y contemplaremos Molina desde allí. Quizás no haya una experiencia más satisfactoria para los molineses. Estoy segura de que la próxima vez que lo hagamos nuestra mirada será distinta. Feliz Día del Butrón.”