Más de 30 expertos abordaron ayer miércoles en el Parador seguntino el problema de la ‘España vacía’ con soluciones que pasan por establecer un modelo económico sostenible y romper la brecha digital.
Un marco fiscal propio para las zonas rurales, más servicios públicos, un papel protagonista de la mujer en la lucha contra la despoblación, la necesidad de repensar el futuro de la agricultura, hacia una más sostenible, o la importancia del arte y la cultura como elemento de desarrollo. Son algunas de las conclusiones del Congreso ‘Despoblación: un reto político y poético,’ que se celebró ayer en el Parador de Sigüenza con la participación de una treintena de expertos y con el objetivo común de crear líneas de trabajo concretas que ayuden a frenar la pérdida de población en los pueblos.
La inauguración contó con la presencia del vicepresidente del Ejecutivo autonómico, José Luis Martínez Guijarro, además del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán; el presidente de Tragsa, Jesús Casas, del presidente de Paradores, Óscar López, el presidente de la Diputación Provincial de Guadalajara, José Luis Vega, y la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, entre otras autoridades.
La cita, organizada por el Gobierno regional, la revista Contexto y la Red de Paradores, permitió reflexionar en seis mesas redondas sobre los diferentes retos del desafío demográfico, retos que pasan por la creación de “un marco fiscal propio” para los pueblos, según el vicepresidente de la Junta, José Luis Martínez Guijarro, que avanzó que reclamarán al Gobierno de España “un sistema de financiación que contemple el coste de los servicios públicos en el medio rural”, que es “infinitamente mayor”.
El vicepresidente regional, que recordó que “se han invertido más de 678 millones de euros en 632 municipios a través de 84 líneas de ayuda”, destacó las infraestructuras digitales como “principal reto” contra la despoblación. “En el siglo XXI es importantísimo que todo el territorio tenga banda ancha a unas velocidades importantes porque son fundamentales para la prestación de servicios públicos”.
En este sentido, el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, pidió “invertir más y mejor” y ofrecer “infraestructuras y accesos” para que “todos los que quieran vivir en un pueblo” tengan la “posibilidad de hacerlo”. Implica afrontar el problema “desde una perspectiva territorial para que sea la propia gente la que decida quedarse”, dijo, subrayando después el papel “imprescindible” de la industria ganadera y agrícola: “supone el 15 por ciento de la riqueza que se genera en Castilla-La Mancha” y “donde no existe este sector potente, con futuro y sostenible, tenemos el problema de la despoblación”.
Por su parte, el presidente de la Diputación Provincial de Guadalajara, José Luis Vega, reclamó un debate sobre la necesidad de hacer “cambios específicos” en la legislación fiscal, de financiación y de contratos, que permita “trabajar para asentar población y actividad en pequeños municipios”.
A su juicio, debe definirse “una nueva financiación local” que garantice “la calidad de los servicios públicos a los vecinos de las zonas más despobladas” y hay que apostar por rebajar los requisitos que se exigen a la hora de abrir un pequeño negocio, contratar servicios o tramitar una licencia urbanística: “Se deben tener en cuenta las diferentes circunstancias que existen en un pequeño municipio y en una gran ciudad”.
La alcadesa de Sigüenza, Mª Jesús Merino, señaló que en este asunto “también hay una cuestión de imagen. No podemos pensar que, por vivir en un pueblo pequeño, tenemos peor calidad de vida cuando en realidad, sucede todo lo contrario. Y eso debemos comunicarlo”.
Merino se refirió al espíritu del ‘Manifiesto de Sigüenza’, que salió de un congreso organizado el año pasado por los Grupos de Acción Local que operan en Guadalajara. Citó, entre algunas de sus medidas clave, la mejora de la financiación de las corporaciones locales y una fiscalidad más reducida para trabajadores y empresas rurales: “Todavía hay que ponerlas negro sobre blanco y es urgente”, remarcó.
La regidora incidió además en la necesidad de hacer inversiones que rebajen “en el próximo lustro la brecha digital”, reformar la LOTAU (ley de Ordenación del Territorio y de la Actividad Urbanística y de “la universalidad de la cotitularidad de las explotaciones agrarias, donde la mujer ha trabajado hasta ahora sin ser beneficiaria de los derechos de la propiedad, y que ya contempla el reciente Estatuto de las Mujeres Rurales”.
Más de medio millar de personas de diferentes ámbitos, entre ellos, organizaciones agrarias, miembros de la Red Española de Desarrollo Rural (Recamder) a nivel regional, de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur), de ayuntamientos, diputaciones provinciales o del sector empresarial, entre otros, se dieron cita en este congreso, que ha sido coordinado por el escritor Sergio del Molino, autor del exitoso ensayo ‘La España vacía’.