El discutible papel de los Grupos de Desarrollo Rural

He leído en la prensa local el anuncio de los grupos de desarrollo rural de la provincia promocionando sus ayudas contra la despoblación rural y, la verdad, casi casi me emociono.  Dicen que luchan contra el despoblamiento rural y que debemos poner rumbo a nuestro futuro con sus ayudas. ¡Todos contra el despoblamiento rural! anuncian, ya me dirán ustedes si no es para emocionarse con la que está cayendo en nuestros pueblos.

Resulta sin embargo que en el año 2000, cuando se constituyó el grupo  FADETA, por poner un ejemplo, para mejorar la calidad de vida y como consecuencia asentar población, según dicen ellos mismos, en los tres pueblos más grandes de su territorio (Brihuega, Sacedón y Cifuentes) y en los que afortunadamente todavía se conserva una buena parte de la población de la zona de influencia, había  6594 habitantes y hoy, veinte años después, y un montón de ayudas después, quedan 5.855, más envejecidos y con muchos menos negocios abiertos. Y si ustedes quieren pueden sumar el resto de pueblos, 38, que conformar el área de actuación y se quedarán sorprendidos y, claro, no precisamente para bien.

En la zona de influencia de ADAC, el otro grupo que junto a FADETA tiene la fortuna de agrupar a los municipios más poblados de Guadalajara en la zona del  Corredor, en la única que ha subido en estos años la población, ocurre otro tanto de lo mismo. Ya no les quiero decir lo que ha acontecido en estos últimos 20 años en las comarcas de Molina y Sigüenza. Ahora mismo, sin ir más lejos, esos tres pueblos que antes citaba tienen casi tanta población ellos solitos como los más de 70 núcleos del Señorío de Molina, incluyendo su capital.

Pero como todos ahora podemos comprobar, gracias a que la Unión Europea obliga a publicitar las ayudas, dónde han ido los dineros y a quien han beneficiado, resulta fácil ver cómo el camino de los grupos rurales no siempre toma el rumbo adecuado para precisamente trabajar en eso de lo que presumen: contra la despoblación en el medio rural. Y es que tengo mis serias dudas que dando subvenciones importantes a empresas del Corredor del Henares y algunas de la Campiña, cuyos municipios han crecido de manera bestial en los últimos años se consiga ese objetivo tan deseado. Como también tengo mis serias dudas que estos fondos deban destinarse a mejorar parques infantiles, cerrar espacios deportivos o arreglar instalaciones municipales, asumiendo así competencias de otras administraciones alejándose de la filosofía de estos fondos europeos.

Y además les animo también a comprobar el dinero que se destina a la gestión de los propios grupos de desarrollo y lo comparen con las inversiones que han aprobado y las ayudas que han concedido. Es bueno hacer esta operación matemática. Y sencillo.

Mientras todas estas cosas ocurren, pequeñas tiendas de pequeños lugares, farmacias rurales tan necesarias y útiles, bares de pueblos que son el único lugar posible de convivencia, pequeñas empresas de autónomos desaparecen del mapa sin posibilidad alguna de optar a estas ayudas y acaban echando la llave dejando a los pueblos desamparados. Así están las cosas. 

A algunos les molesta que se cuestionen los resultados de estas ayudas públicas -sí, no se olviden, son públicas-, pero la verdad es que a la vista de lo que ha pasado con la población rural de Guadalajara en los años en los que precisamente se han distribuido unos cuantos millones de euros -muchos-  en subvenciones sin resultado positivo, algo habrá que hacer. Destacados cargos públicos tanto del PSOE como del PP en España piensan también que algo se estará haciendo mal o regular para que a pesar de la gran cantidad de dinero invertido no se haya logrado ni siquiera estabilizar la población.

Pedir un acto de reflexión, un poco de modestia y humildad a algunos de los endiosados gestores de estos grupos no es decir que todo está mal. Es simplemente creer que las cosas se pueden hacer de otra manera, o al menos intentarlo, y que si lo que se está haciendo no resulta habrá que pararse a pensar un poco, valorar resultados, analizar qué se puede o se debe cambiar, partiendo de la base de que algunas de estas subvenciones van por el camino correcto pero otras muchas no parece que estén pensadas precisamente para hacer factible ese maravilloso eslogan que ahora publicitan: ¡Todos contra el despoblación rural!  Quizá sea perverso pensar que algunos viven, y muy bien, gracias precisamente al despoblación rural.

Esta entrada tiene un comentario

  1. Excelente artículo, estamos completamente de acuerdo, en que el destino final de estas ayudas queda en las manos de quien no deberían. Tanto pp como psoe se han caracterizado por ser expertos manipuladores y ladrones de lo público, especializados en corrupción, además de en tortura contra la disidencia política y defensores de una monarquía medievalista y totalitaria, heredera del fascismo criminal. La ayuda debe llegar a los nuevos nacimientos y pobladores de la comunidad. Se debe subvencionar a los nuevos hijos de la comunidad y los nuevos pobladores. También debe ayudarse a la vivienda de estos y los ayuntamientos deben recuperar las casas abandonadas para ponerlas a disposición de los nuevos pobladores que son la única esperanza posible.

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