Cerca de 100.000 personas han visitado en sus 20 años de existencia el Museo de Molina. Ubicado en el antiguo convento de San Francisco de la capital del Señorío, se configura como un espacio neurálgico del Geoparque, donde se muestra la huella geológica de este vasto patrimonio, avalado por la UNESCO, pero no sólo. Desarrolla una actividad didáctica, turística y de promoción local que llega a todos los públicos. La cita más próxima, la Feria de la Trufa, a finales de mes.
El Museo Comarcal de Molina cerró 2019 con récord de visitantes: 10.835 personas pasaron por este espacio de cinco salas temáticas y una más dedicada a exposiciones temporales, ubicado en el antiguo convento de San Francisco de la localidad y que muestra los tesoros del Geoparque de Molina-Alto Tajo.
El director del Museo, Joaquín Yarza, señala que la cifra “pone de manifiesto que a lo largo de estos veinte años de existencia” el Museo Comarcal de Molina “se ha consolidado como un museo de referencia, un centro cultural comunitario en crecimiento constante, partiendo de los 1.326 visitantes que tuvo en el año de apertura”.
En sus dos décadas de existencia, el museo ha sido visitado por 94.716 personas y organizado más de 80 exposiciones temporales, algunas “con éxito notable”, señalan fuentes del Museo.
Labor didáctica con niños
A la intensa actividad expositiva actual, hay que añadir la didáctica, especialmente dirigida a la comunidad educativa con talleres infantiles adaptados a las exposiciones temporales, talleres temáticos de fin de semana, visitas guiadas y clases prácticas en las instalaciones del Museo.
“Nos adaptamos a la capacidad y conocimiento de los niños”, señala María Viorreta, técnico de Turismo del Geoparque.
“Hacemos, por ejemplo, talleres de reconocimiento de minerales y visitas guiadas a lugares que ellos nos sugieran, como el Barranco de la Hoz o el castro celtibérico de ‘El Ceremeño”. También ofrecen talleres de geología más especializada, para estudiantes de Secundaria.
Actualmente, se desarrollan de manera estable cuatro talleres que se están desarrollando, con temáticas tan variadas como pintura, cerámica, esmaltado o restauración, donde participan cerca de un centenar de personas.
Los niños son destinatarios de los talleres que el Museo organiza además de cara a las fechas más señaladas del calendario, como Carnaval, Semana Santa, verano y Navidad y que no sólo forman a los pequeños, también ayudan a conciliar a los padres.
Exposiciones temporales
“Una de las actividades más complejas que se realizan en su actividad normal son las exposiciones temporales realizadas en aquellas localidades que integran el Geoparque que nos lo solicitan”, explica el director del Museo, Joaquín Yarza.
En 2019, una exposición temporal sobre fauna viajó hasta la localidad molinesa de Ablanque, que la solicitó. “Este 2020, nos han pedido una sobre fósiles y minerales”, apunta Viorreta. Será entre julio y agosto y con una duración aproximada de un mes. “Nosotros nos encargamos de hacer el folleto de la exposición, organizamos conferencias y talleres…”, detalla.
“Con estas exposiciones recorremos el territorio, actividad que se complementa con otras complementarias ‘in situ’. De alguna manera, trasladamos nuestra actividad expositiva a toda la comarca con el propósito de extender nuestra labor educativa por todo el territorio”, detalla Yarza.
Ferias temáticas
El Museo, en su afán por dinamizar el territorio con el turismo como aliado, organiza también ferias temáticas. La más próxima es la Feria de la Trufa, que cumple su undécima edición y se celebrará el último sábado de febrero con la presencia de una veintena de expositores que van desde asesorías a puestos gastronómicos, con productos variados pero todos trufados.
“Tiene mucho éxito y atrae a público especializado, pero de fuera de Molina”, señala Viorreta. “Funciona tan bien” que repite esquema: integra una conferencia, exposiciones, talleres infantiles, demostraciones gastronómicas, concursos y un concierto-clausura.
Además de esta feria, el Geoparque organizará un año más, en el puente de la Constitución, la Feria del Regalo, un evento “con mucho éxito”, con el que “apostamos por el comercio local para que compren los regalos navideños”, continúa.
En colaboración con los ayuntamientos, el Museo de Molina redacta además “proyectos de musealización para Centros de Interpretación”.
Potenciar la labor editorial
A corto plazo, el Museo y el Geoparque pretenden potenciar las exposiciones temporales y sus talleres, así como la labor editorial del museo intentando llegar a los 20 títulos editados. Se llevarán a cabo ponencias, conferencias, presentaciones de libros, congresos, investigaciones, actividades todas ellas que forman parte del vigente Plan Director del Museo 2017-2020.
La labor del Museo no sólo se queda en el éxito del número de visitantes sino también en el impacto económico que tiene en el territorio el turismo que éstos generan. En este sentido, calculan que “únicamente los visitantes del Museo han generado una aportación superior a varios millones en la comarca”, una cantidad que “supera con creces las ayudas recibidas por las administraciones públicas en los 20 años que lleva funcionando”, señalan desde el Museo.
“El Museo Comarcal de Molina es un ejemplo de cómo un proyecto desarrollado por una asociación cultural puede tener un impacto importante tanto desde el punto de vista cultural como del económico en el desarrollo de una comarca, que, desafortunadamente, se está convirtiendo en el punto cero de la despoblación española”, concluyen.