Los selanos volvieron a comprometerse con la conservación de sus tradiciones y celebraron su tradicional Fiesta de las Candelas el pasado fin de semana, nombrando su Ayuntamiento Juvenil, con cinco concejales y el más joven, Juan Muñoz, como alcalde

La localidad de Selas no se resigna a que la despoblación borre paulatinamente su identidad y celebra un año más su Fiesta de las Candelas gracias a la implicación de la Comisión de Fiestas y del Bar de la localidad.

De esta manera, y a pesar de intenso frío que dejó una ligera capa de nieve en muchos de los pueblos del Señorío, el municipio nombró su tradicional Ayuntamiento alternativo de cinco miembros, con Juan Muñoz, el más joven de ellos, como alcalde, ataviados como marca la tradición, con capa castellana y sombrero de ala ancha.

La vida cotidiana en Selas ya no es la de antaño y muchos de los preparativos que antes se dilataban durante las semanas o incluso meses previos a la fiesta, se han tenido que concentrar en este fin de semana. De esta manera, los hombres levantaron las talegas de 54 y 23 kilos, ya no como el rito de “ la convocatoria oficial de los mozos solteros”, que se solía celebrar cinco días antes de la Fiesta y mediante la cual se designaba a los mozos, no por la mayoría de edad, sino por su fortaleza al lograr tal empresa. Esta vez simplemente se trataba de recordar la tradición.De hecho, todos los del pueblo probaron así su fortaleza, la mayoría con ayuda, salvo un joven de Anquela de Ducado. También se midieron con la soga tirando, cada uno de sus extremos, y la matanza de otros años, fue sustituida en esta ocasión por unas ricas migas. No faltaron los bailes al son de las tonadas tradicionales, ni el buen humor de quienes por unos días se encuentran de nuevo en el pueblo y comparten el orgullo de sus raíces.

El domingo, acudieron a Misa y encendieron las candelas con la llama de Belén. Asimismo, como es típico en la fiesta de San Blas, también se bendijeron los alimentos.

Las Candelas en Selas se enmarcan dentro de un tipo de fiestas carnavalescas de inversión de papeles, de las que todavía se conservan en el Señorío algunos ejemplos como los de Alcoroches, Alustante y Setiles, con el nombramiento de Ayuntamientos Juveniles. Tienen lugar en fechas muy simbólicas, como los Santos Inocentes (28 de diciembre) y la Candelaria (2 de febrero)

Tal y como explica, Diego Sanz Martínez en su tesis doctoral “El patrimonio cultural y la identidad como factores de desarrollo de la sociedad rural. Prospección de recursos para un turismo cultural en el Señorío de Molina de Aragón (Guadalajara)”, esta fiesta se caracteriza por la inversión de papeles, que trastoca el orden social; una clara alusión al más allá y al mundo de los muertos, con lo que en Selas, el encendido de las luminarias tendría como objetivo guiar a los ánimas por medio de la luz; y por último, el juego amoroso, para promover la regeneración de la comunidad, que en Selas se ponía de manifiesto en la tradición de las mozas del pueblo de cocer “ tortas buenas y malas (éstas con estopa o sal entre sus ingredientes), que eran robadas por los mozos, mientras que las mozas trataban de evitarlo, con el regocijo en la lucha fingida entre varones y mujeres en ese momento y durante la prueba de las tortas”.